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Nubes

Dolencia concreta

RODILLA DE CORREDOR

¿QUÉ ES?

Es una afectación que se caracteriza por un dolor intenso y agudo en la cara lateral externa de la rodilla, que asimismo puede generar dolor a lo largo de todo el muslo, hasta la región lateral de la cadera, a nivel del trocánter.

La aparición del dolor es gradual, y no suele hacer daño inmediatamente al empezar la sesión de entrenamiento, si no que aparece a los pocos minutos, impidiendo que se pueda continuar la carrera habitualmente. A ritmos bajos hay mayor tiempo de contacto o de fricción (entre el cóndilo lateral del fémur y la cintilla iliotibial), y esa puede ser una causa de que sea más frecuente en trabajos o entrenos de bajo ritmo. Asimismo también es frecuente que duela más cuando corremos en bajada.

El músculo TFL o tensor de la fascia lata recorre el lateral del muslo por su cara externa y va desde la cadera, en la región iliaca externa, hasta arse a nivel de la rodilla entre la tibia (en el denominado tubérculo de Gerdi) y el peroné, mediante la ya repetida banda o cintilla iliotibial. La afectación en sí consiste en una fricción de la cintilla con el cóndilo externo femoral que produce una irritación de la porción distal del músculo tensor de la fascia lata en su trayecto más distal, y que genera un dolor agudo muy incómodo que comúnmente impide la actividad deportiva.

Causas

  • No hay una causa única del dolor a este nivel, actualmente diríamos que su causa es multifactorial. Podemos encontrarnos con un desequilibrio muscular entre la musculatura adductora y abductora de la cadera, también puede ser causada por un varo de rodilla (ésta es una alteración en la morfología de la rodilla, en la que aparentemente “se va hacia fuera”)
  • Puede ser también debido a una excesiva pronación del pie (el pie cae hacia dentro), que implica una rotación interna tibial y de cadera que puede provocar un trabajo en excéntrico del TFL, aunque también puede ser por una excesiva supinación del pie (el pie apoya en exceso por la región del quinto dedo), que provoque una sobrecarga en el compartimento externo de la rodilla, digamos que se “abriría”. 
  • La asimetría o diferencia en la longitud de las piernas es algo que muy común, pero en muy pequeña escala. Digamos que tener una diferencia de 1,2 o 3 mm puede ser normal para todos nosotros. También tenemos un brazo distinto al otro, un pulmón más grande… en definitiva, un hemicuerpo es distinto al otro. Pero si la diferencia de longitud de las piernas es importante, ésta puede generar una alteración en la distribución de las cargas, y por ende provocar una sobrecarga del compartimento externo. 
  • Debilidad de los abductores. La musculatura adductora es la de la cara interna de la pierna, la encargada de “cerrar” las piernas; la abductora es la de la región externa del muslo, la encargada de “abrir” las piernas. En la musculatura abductora principalmente nos encontramos con el TFL y el glúteo medio, que son muy importantes tanto para la abducción como para dar estabilidad a la cadera en carga, en los apoyos, en el impulso…etc. Si la musculatura abductora está débil o poco trabajada se puede producir una insuficiencia de la misma que provoque una sobrecarga muscular y termine en dolor o lesión.

Sintomas

El síntoma más común de la rodilla de corredor es la sensibilidad o el dolor a ambos lados de la rótula, generalmente hacia el centro o la parte posterior de la rodilla donde se juntan la rótula y el fémur. Además, la rodilla puede hincharse.

Generalmente, el dolor es más intenso cuando se dobla la rodilla, por ejemplo, al caminar, arrodillarse, agacharse o correr. La rodilla de corredor también puede ocasionar dolor al caminar o correr en pendiente descendente o incluso al bajar una escalera. También puede sentirse dolor al estar sentado mucho tiempo con la rodilla flexionada, como ser en el cine.

En algunos casos, la persona que tiene rodilla de corredor puede experimentar una sensación de estallido o chasquido, o de que la rodilla está fallando.

Tratamiento indicado para ayudar contra la RODILLA DE CORREDOR

  • Emplea la fórmula DICE lo antes posible:
    • Descanso. Evita poner peso sobre la rodilla lo más que puedas.
    • Hielo. Utiliza una bolsa de hielo o una compresa fría para reducir la inflamación.
    • Compresión. Utiliza una venda elástica o una rodillera ajustada con abertura para la rótula afuera
    • Elevación. Recuéstate y eleva la rodilla a una altura por arriba del nivel del corazón.
  • Cese de las actividades que produzcan dolor a esa rodilla.
  • MASAJE: Descargar a nivel de TFL y glúteo medio principalmente, para relajar las estructuras, aunque también deberá revisarse los isquiosurales y el cuádriceps sobretodo.
  • TERAPIA MANUAL: Liberar la articulación de la cadera, así como movilizar el peroné respecto la tibia para descartar posibles bloqueos articulares que alteren la mecánica funcional articular.
  • PUNCIÓN SECA
  • MEDICACIÓN ANTIINFLAMATORIA
  • ELECTROTERAPIA ( ultrasonidos, láser, tens…)
  • VENDAJE NEUROMUSCULAR
  • ONDAS DE CHOQUE
  • ELECTROLISIS PERCUTÁNEA
  • FIBRÓLISIS DIACUTÁNEA
  • ESTIRAMIENTOS: Elastificar bien todo el compartimento externo del muslo y pierna para contrarestar los aumentos de tensión que genera el cuerpo a modo de protección.
  • EJERCICIO TERAPÉUTICO
  • PROGRAMA DE EJERCICIOS DE PROPIOCEPCIÓN
  • CORRECCIÓN TÉCNICA
  • INFILTRACIONES con corticoides

Diagnóstico

El diagnóstico es sencillo a través de una exploración en  camilla y localización del dolor mediante la palpación del epicóndilo lateral del fémur (cara externa de la rodilla). Suelen existir puntos gatillo a lo largo de la fascia lata.  El diagnóstico se puede completar con diversas pruebas de valoración muscular. Aisladas son las veces en las que son necesarias pruebas complementarias, pero en diagnósticos dudosos son solicitadas radiográficas en carga, ecografía o RNM.

Preguntas Frecuentes

La valoración del tipo de apoyo, huella? debe ser hecha por un profesional de la salud. Y si es necesaria una valoración para llevar plantillas correctoras o no, debe ser revisado por un podólogo
Es muy importante que la zapatilla de correr tenga un que amortigüe bien el impacto, que nos ayude a absorber cargas para que la articulación reciba menos cantidad de carga, de impacto. Por el contrario si el es demasiado pronunciado, y nos encontramos con que provoca una elevación del talón, éste también puede provocar algún tipo de patología por acortamiento de cara posterior de las piernas u otras alteraciones por distribución de carga, por ejemplo.
Digamos que tener una diferencia de 1,2 o 3 mm puede ser normal para todos nosotros. Pero si la diferencia de longitud de las piernas es importante, ésta puede generar una alteración en la distribución de las cargas, y por ende provocar una sobrecarga del compartimento externo.