LUMBALGIA
¿QUÉ ES?
El lumbago o lumbalgia, es el dolor en la parte baja de la espalda o zona lumbar por alteraciones de las diferentes estructuras a ese nivel y es bastante frecuente en muchos futbolistas, de todas las edades, tanto en hombres como en mujeres.
La gran mayoría de las personas han padecido dolor de espalda en algún momento de su vida y con mayor frecuencia, a medida que envejece. En el mundo del deporte se sigue también esta tónica, si bien a medida que la actividad física es más exigente aumenta la incidencia y gravedad de la lumbalgia.
Causas
Puede ocurrir por defectos posturales en la columna vertebral del futbolista, por repetición de gestos específicos en la práctica del fútbol, lo cual denominamos lesión por sobreuso y por eventos traumáticos contra un adversario y en los porteros es usual por choques contra los palos del arco.
Los ‘domingueros’ suelen englobar muchas de las posibles causas de lumbalgia, ya que juegan al fútbol sólo el fin de semana con los amigos, sin calentamiento previo, sin estiramientos post-ejercicios, con calzado inadecuado…
También están los giros o arrancadas bruscas.
Otras causas no tan relacionadas con la práctica del fútbol pueden ser el sedentarismo, los traumatismos, el estrés, la falta de tono lumboabdominal, enfermedades degenerativas, mala higiene postural…
Sintomas
El dolor de espalda varía. Puede ser intenso o punzante. Puede ser un dolor sordo, fijo o sentirse como un espasmo muscular. El tipo de dolor que usted tendrá dependerá de la causa subyacente de su lumbalgia.
Los futbolistas que sufren de lumbalgia pueden experimentar lo siguiente:
- Intensificación del dolor en la práctica deportiva.
- Agravamiento de los síntomas al coger peso, inclinaciones, permanecer mucho tiempo en la misma posición.
- Posibilidad de extensión del dolor hacia la nalga, o también hacia la pierna.
- Dolor a la palpación y al movimiento en la parte baja de la espalda.
- Posible inflamación de tejidos de la parte baja de la espalda.
Tratamiento indicado para ayudar contra la LUMBALGIA
- Evitar el reposo. Para acelerar la recuperación y reducir el riesgo de que se repita en el futuro, es importante que el paciente evite el reposo en cama y realice un reposo activo.
- Actividad física: El paciente debe mantener el mayor grado de actividad física que le permitan sus molestias. El ejercicio no está recomendado en plena crisis de lumbalgia, pero sí cuando el dolor perdura más de seis semanas
- Terapia farmacológica, ya sea medicación homeopática o convencional
- Escuela de espalda
- Pilates terapéutico y otras técnicas de movimiento
- Terapia manual
- Terapia miofascial
- Terapia neuromuscular
- Programa de tonificación muscular
- Electroterapia antiálgica (Micro-ondas, onda corta, TENS, infrarrojo, Ultrasonidos…)
- Crioterapia, termoterapia
- Acupuntura
- Movilización articular
- Vendaje neuromuscular
- Ergonomía postural
- Osteopatía
- Evitar cargar con objetos pesados
- Utilizar un calzado adecuado
- Valoración estudio dinámico de la pisada
Diagnóstico
Anamnesis y exploración física por parte del profesional. Un examen médico cuidadoso probablemente no indicará la causa exacta de su lumbalgia, aunque sí descartará cualquier problema médico grave.
Existen pruebas que pueden ayudar a confirmar su diagnóstico:
- Radiografías. A pesar que sólo visualizan huesos, una simple radiografía puede ayudar a determinar si usted tiene las causas más obvias de dolor de espalda. Mostrará huesos rotos, cambios por envejecimiento, curvas o deformidades.
- Resonancia Magnética (MRI). Este estudio puede crear mejores imágenes de tejidos blandos, como músculos, nervios o discos vertebrales. Las condiciones como hernia de disco o una infección son más visibles en una imagen por MRI.
- Prueba de densidad ósea. Si la osteoporosis es una inquietud, su médico puede que ordene una prueba de densidad ósea. La osteoporosis debilita al hueso, el cual puede fracturarse fácilmente. La osteoporosis en sí misma no causa el dolor de espalda, pero las fracturas en la columna sí pueden hacerlo.