TENDINOPATÍA ROTULIANA
¿QUÉ ES?
La tendinopatía en el aparato extensor de la rodilla es una de las lesiones típicas de muchas actividades deportivas, como es el caso del tenis y del pádel.
La tendinopatía rotuliana consiste en la inflamación o, en su caso, degeneración, del tendón patelar que une la rótula con la tibia. Este tendón posibilita los movimientos de extensión de la rodilla, al igual que el cuadricipital, que también se lesiona asiduamente.
Causas
Las causas más frecuentes de este tipo de lesiones son los microtraumatismo por repetición sobre la rodilla, como por ejemplo ocurre en la práctica de tenis o pádel, donde se realizan multitud de saltos y sentadillas de miembro. Además, es normal en trotes sobre superficies muy duras, y el uso de calzado deportivo sin la capacidad de absorber impactos adecuadamente.
Entre otras causas están los errores en el entrenamiento, la mala técnica, la falta de flexibilidad, desequilibrios musculares, mala alineación de miembros inferiores…
Sintomas
- Dolor y sensibilidad en el área del tendón rotuliano.
- Edema e hinchazón en la zona.
- Dolor al pedalear o simplemente al caminar.
- Dolor al flexionar o extender la pierna.
Tratamiento indicado para ayudar contra la TENDINOPATÍA ROTULIANA
- Método RICE
- Reposo deportivo en función de la gravedad
- Terapia manual, masoterapia, cyriax…
- Osteopatía
- Aplicar bolsas de hielo para reducir la inflamación (primeras 48 - 72 horas).
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos.
- Vendaje neuromuscular
- Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento.
- Punción seca
- Programa de ejercicios de tonificación isométrica
- Programa de ejercicios de estiramiento
- Revisar o modificar el material deportivo y/o modificar (zapatillas en mal estado, plantillas,… )
- Electroterapia, Ultrasonidos, láser, electrolisis percutánea, ondas de choque
- TENS
- PRP rehabilitador
Diagnóstico
Su fisioterapeuta sospechará de esta lesión tras una exploración física e historia clínica, por sus signos y síntomas específicos. En cualquier caso, podemos establecer un diagnóstico más preciso y diferencial con la ayuda de pruebas diagnósticas, como por ejemplo la Resonancia magnética, o una radiografía, si bien esta última no valora bien en tendón, sí nos descarta determinadas patologías óseas.